
Siento que este año se pasó volando y casi ni me enteré. Empezé trabajo nuevo, me enteré que estaba embarazada, cumplí un año de casada con mi esposo, se casaron dos de mis mejores amigas y nacio mi princesa.
Este año aprendí a ser esposa y madre, a renunciar a mi por completo y dedicarme a ellos. ¡Como me ha costado, y como me sigue costando!
No teníamos ni seis meses de casados cuando me sali embarazada. No tuvimos ni chance de acoplarnos a nuestra nueva vida de casados y nos toco dejar a un lado lo que nosotros queríamos y todos nuestros planes para poder recibir a esta pequeña personita que nos ha enseñado tanto y nos ha robado el corazon.
Me he dado cuenta que si hay un trabajo dificil y que me ha enseñado a no ser egoista es el ser madre.
Aprendí que mi esposo es y sera siempre mi apoyo y yo el suyo, en las buenas y en las no tan buenas.
Pude entender a mi suegra y sus mil y un peliculas de terror sobre todo lo malo que le puede pasar a sus hijos y nietos. Una madre siempre se preocupa y me he dado cuenta que es imposible no hacerlo, aunque admito que unas nos preocupamos muchisimo mas que otras.
Entendi que, aunque uno no quiera, las amistades van cambiando a medida que uno va pasando etapas (ej. casarse, tener hijos) y madurando. I know, I know, suena feo pero la realidad es que los temas de conversacion no son los mismos, las prioridades cambian, las salidas disminuyen y todo esto, aunque tonterias, afectan por mas que nos cueste aceptarlo.
Y aunque ha sido un año lleno de altas y bajas, tengo que admitir que ha sido una hermosa etapa de mi vida en la cual siento que he crecido y madurando un monton. Se que aun tengo mucho por aprender, crecer y madurar pero siento que estoy bien encaminada. Y si algun dia me salgo de camino, estoy segura que mi esposo y mi hija me ayudaran a regresar por el buen camino.
Saludos,
Una mama en apuros