Cuando estaba en la universidad tenía un novio que me decía que me iba a regalar un suéter que decía «Yo quiero el mundo», la verdad es que quiero muchas cosas pero no necesito varias de las cosas que quiero y aunque a estas alturas de mi vida aún no logro distinguir mucho entre que quiero y que necesito, he ido mejorando con el tiempo, especialmente ahora que soy mamá, pero sigo queriendo muchas cosas…
- Quiero ser feliz.
- Quiero que Apollo, mi perro, viva conmigo y no con mis papas.
- Quiero que mi hija no grite como si le estuviera pegando cuando le digo que no haga algo.
- Quiero hacer un buen shopping para mi, no para Ana, para mi.
- Quiero perderme un día entero en un spa.
- Quiero viajar por el mundo.
- Quiero poder salir a la calle sin tener que preocuparme si me hija se portará bien o mal el día de hoy.
- Quiero que mi esposo no sufra cada cosa que me pone triste y/o brava.
- Quiero una cuenta bancaria enorme.
- Quiero redecorar mi casa.
- Quiero que la relación de mi hermano y mi papá mejore.
- Quiero poder disfrutar a mi abuela materna, como disfruto a la paterna.
- Quiero que mi familia sea feliz.
- Quiero arreglar mi carro.
- Quiero poder organizarme mejor.
- Quiero tener mi casa limpia y arreglada todos los días de Dios.
- Quiero poder cocinarle a mi esposo todos los días como hacía cuando estábamos recién casados.
- Etc.
Hoy por hoy, sé que lo más importante es que mi familia y yo seamos felices, lo demás es pura añadidura. Lo que se da, se da y lo que no, bueno pues no se dio y a seguir adelante. Las cosas materiales, son eso, materiales y por más que las quiera probablemente me llenen de felicidad por 5 minutos una vez las consiga y ya después pasó la emoción.
Otra cosa que he aprendido es que hay cosas que no puedo cambiar, como lo que siente mi esposo, y tengo que aprender a aceptarlo cómo es y dar gracias a Dios de que se preocupa lo suficiente como para acompañarme en mis tristezas. Lo que tiene que ver con mi hija, es paciencia, la cual me falta bastante y la pido todos los días, aunque se dice que uno no debe de pedir paciencia porque te la sientan a un lado.
Hay que recordar que debemos ser felices, disfrutar cada minuto de nuestras vidas ya que no sabemos que pasará mañana. ¿Qué me hace feliz a mi?
- Que mi esposo sea lo primero y lo último que veo todos los días.
- Que Ana Elizabeth me sonría cada vez que me ve por primera vez cuando se despierta.
- Que Ana Elizabeth se ría a carcajadas.
- Que cuento con mi familia para lo que sea y cuando sea.
- Que mi perro salte de la emoción cada vez que me ve.
- Que puedo estar en casa con mi hija.
- Que mi hija conoce a mis abuelas.
- Que tengo 2 mamas, mi mamá y mi madrina.
- Que mi papá y mi suegro se vuelven mantequilla cada vez que Ana les sonríe.
- Que mi hermano y yo, tenemos una relación nuevamente.
Ahora bien ¿qué te hace feliz a ti? No pienses en cosas materiales, piensa en momentos, emociones, personas, mascotas. Cierra los ojos y visualízalo, lo que sea que te haga feliz, que sea tu motivación y lo que te impulse todos los días.
Slds,
Una Mama en Apuros